lunes, 18 de agosto de 2014

El Gran Mikel, escritor y prologuista entre otras vocaciones.


Si existe una persona, un Amigo que siempre ha estado allí para empujarme hacia delante y darme la confianza necesaria para meterme a ciegas en este laberinto de la literatura, esa persona es Miguel Puertas.

De entrada él es un artista completo, al estilo renacentista se podría aducir, y por el que siento por esa cualidad una gran admiración. Tanto te arregla un jardín o una casa, como te pinta un cuadro, te dibuja un retrato en carboncillo, te prepara una exposición de fotografías sobre el efecto de luz en una escalera o te escribe un relato lleno de emoción humana.



Algún texto le ha valido el reconocimiento en forma de premio o una reseña en El Periódico. Gracias a esas participaciones se ha ganado unos días de descanso en las playas de Natal (Brasil). Últimamente ha colaborado en una publicación compartida, con dos relatos titulados “el Baile de Mariela” y “la Caja de Música”  en “40 contes que ballen” de ediciones Carena.

Su actividad es desbordante, ha trabajado en la BBC, en “bodas, bautizos y comuniones”, ha viajado desde China a Colombia, te prepara una paella para chuparse los dedos o ha realizado una sesión de fotos a alguna estrella de cine o conocido del deporte. Es capaz de avisarte de improviso: "pon la tele el canal de telecinco, que en el espacio del Tiempo van a poner una foto mía de unas nubes en Laos".

Y mientras el escaso tiempo que su trabajo administrativo se lo permite, anda envuelto en un libro sobre sus vivencias en China, que rectifica y vuelva a rectificar sin quedar aún contento del resultado.


Le agradezco su predisposición generosa hacia mi trabajo, hacia el Delirio que también leyó capítulo a capítulo por correo electrónico y sobre todo su prólogo que resume muchas conversaciones alrededor de una mesa, tomando cervezas y elucubrando.





miércoles, 13 de agosto de 2014

Presentaciones

Fuera del apartado puramente literario de la creación, mi objetivo es poder difundir mi trabajo en este mundo de locos, aunque la cultura, y los libros en particular, sean el alimento caducado que se regala a los pobres.

De momento puedo estar satisfecho de la colaboración que estoy teniendo por parte de las bibliotecas, a cargo del Ayuntamiento de Barcelona, y aprovecharé esta mención para agradecer a algunas personas su apoyo, aunque en todos los casos no haya tenido la misma fortuna. Incluso alguna directora que no citaré, no me ha querido ni recibir ni contestar mis correos. Ya se sabe que en agua del mar los peces tienen muchos colores.

La primera presentación, la prueba de fuego, tuvo lugar el viernes 6 de junio, en el Parc de L,Escorxador, la que se llama Joan Miró. Allí tuve ocasión de exponer aspectos de la auto-edición y entrar a analizar mi propia novela, siendo antecedido por la agradable Nuria Reynés que esbozó unos puntos de mi trayectoria vital. Entre los asistentes destacar a Marta Ramirez, Nuria Gallart, Salvador Corominas, Merche Gallart, Pilar Ripoll y Daniele Varta.
En la segunda, donde me prestaron el auditorio, aterricé en la de Sant Andreu, en la fábrica renovada de Can Fabra, otro viernes, 4 de julio, gracias a la predisposición de Esther Corbera y la ayuda de LLuísa que se encargo de presentarme. Entre los asistentes destacar a Carmen Pérez, Eugenio Pagani, Nuria Tutusaus, Raquel Cáceres y acompañante.
Como la experiencia de dirigirme al público está siendo positiva. Tengo previsto repetir el próximo martes 4 de noviembre en la Biblioteca Gotic-Andreu Nin en las Ramblas 30-32, un lugar que va a resultar emblemático puesto que está a un tiro de piedra de donde acampé con mi mesa en Sant Jordi.

.


.